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sábado, 29 de octubre de 2016

La renta fija no es tan fija


 Rentabilidades pasadas no presuponen rentabilidades futuras
          
          Aunque el aviso anterior de tanto oírlo y leerlo recuerda a la advertencia de las cajetillas de tabaco que todos los fumadores ignoran, es una valiosa advertencia para los inversores de un elevado número de fondos de inversión de renta fija. En los últimos años este tipo de fondos han obtenido una rentabilidad extraordinaria pero a costa de rentabilidad futura. Es irrepetible en los próximos años.
                Los fondos de inversión deben valorar el precio de todos sus activos diariamente a precios de mercado. Los bonos y demás activos de renta fija varían de precio en función de la variación del tipo de interés. Si los tipos de interés bajan, como ha sucedido de forma continua en los últimos años, el precio de los bonos sube. Igualmente, si los tipos de interés suben, el precio de los bonos baja. Por lo tanto, un fondo de renta fija ve aumentar su rentabilidad según bajan los tipos de interés.
               La mal llamada renta fija sólo es tal a vencimiento. Quien compra un bono en su emisión al nominal con un cupón del 5,4% y espera al vencimiento del bono, sabe que su rentabilidad anual será del 5,4%. Ahora bien, si dicho bono está incluido en un fondo de inversión y los tipos de interés bajan, como lo han hecho estos tres últimos años, la rentabilidad puede llegar a ser muy superior durante la vida del bono. Veamos un ejemplo práctico.
               En enero de 2013 el Tesoro español emitió un bono con vencimiento en 10 años con un cupón del 5,4%. El precio de emisión fue 100. Hoy, tres años y medio después, dicho bono cotiza a un precio de 133. Para el comprador del bono en su emisión la rentabilidad acumulada en estos casi cuatro años es del 51%, equivalente a una rentabilidad anualizada del 12%, entre los cupones cobrados y la subida de precios del bono. La bajada de los tipos de interés desde el 5,4% al 0,41% es la que ha provocado que el precio del bono haya pasado de 100 a 133. Quien comprara dicho bono en el mercado secundario a ese precio y esperara a vencimiento, obtendría una rentabilidad anual de sólo el 0,41%.
                Si los tipos de interés han tocado suelo, como parece, el precio del bono no subirá más. Por lo tanto, la rentabilidad que puede esperar el titular del bono, en nuestro caso un fondo de inversión, será como máximo del 0,41% al año durante los próximos seis años y medio. A vencimiento, el titular del bono recibirá el nominal: 100.
               En el caso en que los tipos comenzaran a subir, como ya lo están haciendo, el precio de los bonos bajaría desde el precio actual de 133. Si los tipos de los bonos a seis años alcanzaran apenas un 2% en el plazo de doce meses, el precio del bono se iría a 116, una caída del 7,5%. Esta situación es compartida por la práctica totalidad de los bonos soberanos europeos. Así, si la rentabilidad del bund alemán pasara del 0% a apenas el 1%, la caída en precio sería del 10%.
               El partícipe de los fondos de renta fija, sobre todo los que invierten en bonos soberanos europeos, ha de ser consciente de que la rentabilidad obtenida en los últimos años NO se repetirá en los próximos. Adicionalmente, ha de estar preparado para asumir caídas del valor liquidativo que pueden llegar a ser considerables.
               Por supuesto este análisis, aunque sea aplicable a la gran mayoría de los fondos de renta fija del mercado español, no considera las excepciones, que las hay, de fondos de renta fija con una política de inversión lo suficientemente flexible para capear la situación planteada. Conviene recordar que "rentabilidades pasadas no presuponen rentabilidades futuras". Los fondos de renta fija pueden perder valor. Mucho lo harán, pero no todos.
Fuente: Jesús Sánchez Quiñones    expansion.com

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