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jueves, 18 de diciembre de 2014

Comparación crisis de 1998 con la de 2014


Fuente: Bloomberg / elEconomista.es



La situación de esta recta final de 2014 es muy similar a la de 1998, año de la crisis financiera asiática que desembocó en el default de Rusia y el hundimiento del hedge fund Long Term Capital Management. Como entonces, el petróleo se desploma y las divisas de países emergentes están en caída libre. Los emergentes se parecen mucho, pero se han realizado algunos cambios que podrían evitar una nueva crisis financiera global de calado.



Similitudes


Caída del precio del petróleo: en los últimos seis meses, el petróleo se ha desplomado a la mitad, cotizando el West Texas en la zona de los 55 dólares. Ello ha provocado un enorme shock en países como Venezuela, Nigeria o Rusia, altamente dependientes de las exportaciones de crudo. Los seguros de impago de estos países se han disparado, mientras sus economías se desangran.

Desplome de las divisas: el índice de Bloomberg que sigue a las 20 monedas más intercambiadas de países emergentes ha caído a mínimos desde 2003. El rublo ruso o la lira turca están en mínimos históricos, mientras que la rupia de Indonesia ha caído a niveles precisamente de 1998. 
Durante la crisis financiera asiática de 1997 y 1998, países como Tailandia y Malasia sucumbieron al intentar mantener sus monedas, creando escenas de pánico como en Corea del Sur, donde los ciudadanos donaron sus joyas de oro al gobierno para intentar incrementar sus reservas en pleno desplome de su divisa.

Política de la Reserva Federal: el banco central estadounidense está preparándose para su primera subida de tipos desde 2006, lo que amenaza con atraer capital de los países emergentes. El Banco Mundial estimó el año pasado que las entradas de capital en estos países podrían caer un 50% si el rendimiento de los bonos de EEUU subiera un 1%. 
Este cambio de dirección de los capitales globales podría impactar a los países con grandes déficits por cuenta corriente, como Turquía, Sudáfrica y Brasil. 
A mediados de los 90, también una serie de subidas de tipos de interés de la Fed ayudaron a desencadenar una huida de las monedas asiáticas y finalmente el impago de deuda ruso.



Diferencias


Tipos de cambio flexibles: los países emergentes han permitido que sus tipos de cambio fluctuaran, abandonando sus tipos de cambio fijos que eran lo habitual a finales de los años 90. Así, hoy en día unas monedas más débiles pueden disparar la inflación, pero también pueden estimular el crecimiento haciendo que las exportaciones sean más baratas. 

Reservas de divisas: los países emergentes han acumulado una gran cantidad de divisas extranjeras, algo que no sucedía durante la crisis financiera de los 90, lo que les permite mitigar en cierta manera la volatilidad en los mercados financieros. En conjunto, tienen 8,1 billones de dólares, frente a los 659.000 millones de 1999, según los datos del FMI. 

Deuda: en lugar de endeudarse en dólares, la mayoría de países emergentes hoy en día puede obtener financiación en su propia moneda, lo que les permite devolverla sin necesidad de tirar de sus reservas de divisas extranjeras. La deuda externa supuso el 26% del PIB de los países emergentes el año pasado, frente al 40% de 1999, según los datos del FMI. 
Eso sí, hay que tener en cuenta que en buena medida las grandes empresas han sustituido a los gobiernos como fuente de preocupación por el endeudamiento. De hecho, las grandes corporaciones de países emergentes emitieron alrededor de 375.000 millones de deuda internacional entre 2009 y 2012, más del doble que en los cuatro años precedentes a la crisis financiera de 2008, según los datos del Banco Internacional de Pagos (BIS). 

Tipos de interés: aunque los tipos de interés están subiendo en algunos países emergentes, todavía están muy por debajo de los niveles vistos en 1998. Rusia elevó ayer sus tipos en 6,5 puntos porcentuales hasta el 17%, pero en 1998 algunos tipos a corto plazo superaron el 100%. En Brasil, los tipos han subido al 11,75%, nivel que todavía es menos de la mitad que en 1998.






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