Su nuevo
consejero delegado (John Flannery) anunció una de las reestructuraciones más profundas en su historia con el
objetivo de reducir costes, mejorar su deteriorado flujo de caja, elevar los márgenes e impulsar la cotización. Esto
se plasma en:
(i) recortará el dividendo trimestral –la segunda vez que lo hace desde 1938–, hasta 0,12$/acc (-
50%);
(ii) se centrará en tres divisiones (aviación, salud y energía) y
(iii) venderá negocios como iluminación y
transporte ferroviario, así como su participación del 62,5% en la empresa de servicios petroleros Baker Hughes
(valorada en 20.000M$).
Todas estas medidas supondrán una reducción de plantilla así como el recorte de las
estimaciones de crecimiento para 2018 hasta BPA entre 1,00%/1,07$/acc (vs 1,18$ acc. anterior). Para 2018
espera un crecimiento orgánico entre 0%/+3%. A largo plazo el crecimiento es entre +2%/+4%.
Fuente: Bankinter
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