miércoles, 30 de abril de 2014

Nuevas reglas para los bancos


Por Dpto. Análisis Bankinter


Considerando las consecuencias de la futura aplicación de la BRRD (Bank Recovery and
Resolution Directive), siendo entre las principales una probabilidad inferior de asistencia de los estados en caso de insolvencia, S&P ha publicado una revisión a la baja de su visión sobre los bancos europeos, en términos netos y en nuestra opinión: revisa la perspectiva desde Estable hasta Negativa a 15 bancos (destacan: Bank of Ireland, Barclays, Credit Suisse, Deutsche Bank, ING, KBC y UBS), la mantiene Estable sobre otros 15, Negativa sobre 38 y sube los ratings de 2 (Argenta Spaarbank desde BBB+ hasta A- y Danske Bank desde A-/A-2 hasta A/A-1). La razón básica que S&P argumenta para estos cambios es que partir de enero 2016 empezará a aplicarse progresivamente la BRRD, la cual establece, de forma muy resumida, la obligación de realizar un bail-in (accionistas, bonistas y otros acreedores pagan primero) antes del bail-out (asistencia del estado). Esto implica, en términos prácticos y desde la perspectiva de la garantía de cobro por parte de los tenedores de bonos senior, que la probabilidad de que un estado cubra o respalde de alguna manera el pago de dicho bonos es muy reducida o nula, razón básica por la que, entendemos, S&P realiza estos cambios. No se trata de nada realmente nuevo, puesto que la BRRD se conoce desde hace varios meses, pero sí pone de manifiesto S&P el mayor riesgo que asumirán a partir de la entrada en vigor de esta directiva los tenedores de bonos senior, fundamentalmente. La nota completa puede consultarse en:

http://www.standardandpoors.com/spf/upload/Events_EMEA/RA_on_European_Banks.pdf?sp_mid=33934&sp_rid=62618

Los escenarios que la EBA aplicará en los test de estrés a la banca serán más exigentes que en anteriores
ocasiones pero se reflejarán con más precisión la distinta situación macro de cada país. Las hipótesis de
desviación en crecimiento con respecto al escenario central para el período 2014/2016 se sitúan en el 7,0% para el conjunto de la Unión Europea frente al 4,1% aplicado en el examen de 2011 y el 3,1% aplicado 2010. La diferente evolución económica de cada país miembro se reflejará en las hipótesis aplicadas a cada entidad, lo que favorece a las entidades financieras españolas que tendrán que estimar su situación financiera asumiendo una menor desviación negativa (caídas acumuladas de PIB) que en la media de la eurozona. Así, la desviación en el crecimiento acumulado del PIB para el período 2014/2016 en el peor escenario para España se sitúa en -6,2% que refleja una caída acumulada del -1,29% (peor escenario) frente a una subida del 4,9% en el escenario central (+1% en 2014;+1,7% en 2015 y +2,2% en 2016). Las entidades que suspendan el “AQR” tendrán seis meses para mejorar su situación de déficit de capital, mientras que los bancos que no aprueben los test de estrés deberán recapitalizarse en un plazo de nueve meses. En este sentido, el vicepresidente del BCE (Victor Constancio) recomendó ayer al sector financiero aplicar aumentar los niveles de capital preventivamente con medidas tales como:

(i) Aumentar los beneficios retenidos,
(ii) realizar ampliaciones de capital y/o emitir CoCos (bonos contingentes convertibles en acciones) y
(iii) realizar ventas de activos (desapalancamiento)

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