Muchos bancos usaron el dinero obtenido en las inyecciones de liquidez a largo plazo que realizó el Banco Central Europeo (BCE) a finales de 2011 y principios de 2012 para comprar deuda española.
En este sentido, explica que las entidades tomaron está decisión porque estos bonos se pueden usar como colaterales para obtener financiación a bajo coste del BCE y porque la regulación los trata de forma menos exigentes que otros tipos de deuda. "Los bancos pueden tener toda la que deseen y los requisitos de capital asociados son relativamente bajos", explica.
Moodys cree que el BCE volverá a realizar inyecciones de liquidez a largo plazo para bancos de países de la eurozona con problemas como España, aunque apunta que estará condicionada a un aumento del préstamo empresarial, evitando que las entidades lo usen para comprar deuda. Esto a su vez presionaría al alza el coste de endeudamiento del Gobierno.
Asimismo, cree que el fin del rescate bancario podría ofrecer el impulso necesario a la confianza de consumidores, empresas e inversores extranjeros, aunque no descarta que las próximas pruebas de estrés identifiquen nuevas debilidades en los balances de las entidades que revelen la necesidad de capital adicional.
Además, añade que una cuestión pendiente importante sobre las pruebas se refiere a la procedencia de los fondos públicos para los bancos que no pueden obtener el capital que necesitan en el mercado privado. En su opinión, si no puede resolver esto antes de que se den a conocer los resultados de las pruebas, los bancos españoles que necesiten capital adicional podría no conseguirlo.
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