lunes, 15 de septiembre de 2014

Efectos secundarios de ser trader



Fuente: Aitor Méndez   Investing.com


¿Afecta el trading a la salud?
“El cómo te afecte a tu salud depende de cómo óperas. No es lo mismo haciendo intradía en 1 minuto, swing trading o fundamentales o con una estrategia testada donde sabes cómo, cuándo, dónde y por qué entrar en el mercado”, me asegura Jaime Bel del Río de tradingdevida.com.
Aunque no ha sufrido ni conocido a nadie que haya padecido graves problemas de salud, sí reconoce que estrés, ansiedad, angustia y el frecuente insomnio son compañeros de viaje habituales para aquellos que optan por ganarse la vida en los mercados, especialmente, en las primeras tomas de contacto.
¿El mercado más potencialmente peligroso para su salud?: cualquiera en los que se realice daytrading en charts pequeños, me responde Bel, y me recuerda que la clave es crearse una operativa que minimice los impactos potencialmente peligrosos para la salud; primero, porque todo pasa factura en el medio/largo plazo y segundo, porque trabajar así incrementa el nivel de error.
Desde Centro de Formación de Traders, Enrique Soriano, me apunta otro factor potencial de disgustos; los clientes faltos de disciplina que alentados por unas buenas operaciones le pierden el respeto al mercado.
Una vez más, la disciplina parece ser la clave: “a lo largo de los años, me he encontrado con clientes abatidos e incapaces de cerrar una operación con grandes pérdidas por no haber sido disciplinados y haberla cerrado en su momento. Un cierre negativo de una operación a tiempo te permite tener la oportunidad de abrir una nueva operación que pueda resultar ganadora. La materia prima del trader es la liquidez, sin ella no se llega a conseguir el producto acabado, es decir, los resultados”.
Me añade Soriano que el estilo de trading y los mercados en los que se opere también influye en nuestra salud. Las operativas apalancadas, ya sean de derivados de mercados organizados o CFD´s o forex, son para él, sin duda, las que se llevan la palma. La receta, insiste, disciplina, disciplina y más disciplina.
Vida sedentaria
Entrando en el aspecto más físico, una tercera voz con más de 12 años de dedicación plena a esto del trading me apunta a dos efectos secundarios del sedentarismo delante de la pantalla del ordenador; perder visión y ganar (demasiado) peso. “Nada relevante”, sostiene, “eso sí, no soy hipocondríaco, pero me hago revisiones múltiples prácticamente cada seis meses”.
“Un mercado peligroso para mi salud sería uno muy volátil, que me pudiera acelerar el pulso, por lo demás no creo que un mercado por sí mismo pueda acarrear más problemas de salud”, me apunta, para todo lo demás, las recomendaciones que daríamos a cualquiera que llevase una vida sedentaria: dietas, ejercicio y sobre todo no estar muchas horas seguidas sentado en un sillón. Hay que levantarse a menudo y caminar “aunque sea por un pasillo”.
Y por fin apareció el tema de las horas; tal vez sea incluso ese el factor que marque la diferencia entre lo sanamente tolerable y parecer un extra de The Walking Dead. La directora de Territorio Trading, Teresa Romero, pone el dedo en la llaga cuando dice que los riesgos para el profesional son más acusados cuanto más tiempo le dedique a estar plantado delante de la pantalla.
Según explica, operar muchas horas seguidas y en timeframes muy cortos puede ser devastador si realmente no se miden las fuerzas y se establecen metas sucesivas acordes con la personalidad y conocimiento de cada uno en cada momento.
Aislamiento y ludopatía
“A los riesgos laborales que conlleva cualquier trabajo delante de las pantallas, hay que añadir las consecuencias de trabajar en un entorno de respuesta y satisfacción muy rápidos. Esto coloca al cerebro del trader en la necesidad de tener que asimilar estímulos de una manera muy estresante y difícil de gestionar si no se está lo suficientemente entrenado, y la actividad puede, por lo tanto, convertirse en una obsesión que no tiene nada que ver con el desempeño sano de la actividad de Trading”, afirma Romero
La consecuencias, prosigue, son fáciles de prever: aislamiento social, operar de forma compulsiva, comportamiento ludópata, periodos de euforia seguidos por temporadas en los que se tambalea toda nuestra autoestima…, y todas sus consecuencias, mucho más graves, sobre nuestro organismo: el estrés continuado puede desembocar en aumentos graves de la glucosa en sangre y riesgos cardiovasculares ligados tanto a la tensión acumulada como al sedentarismo.
¿Y qué puedo hacer ante esta situación?, pregunto. La respuesta me gusta como suena: planificar bien el tiempo que se dedique al trading, llevar un diario de operaciones que nos permita medir la realidad con datos objetivos, descansar 20 minutos cada dos 2 horas de pantalla, cuidar la autoestima, tener hobbies, tener amigos que hablen contigo de trading y por cada uno de ellos, tener otros cuatro que piensen que un Pivot Point es un jugador de baloncesto.
Me recuerda, además, que móvil y vacaciones no casan bien y que por encima de todas las cosas hay que tener bien presente que el trading debe ser un medio para obtener una mejor calidad de vida material que redunde en una vida personal más rica.
El niño loco alemán que aporrea el teclado
Llegada la hora de sacar conclusiones, la primera y más obvia es que el trading tiene mucho de actividad sedentaria, como la de cualquier mortal que se sienta delante del ordenador en su oficina, solo que el factor diferencial aquí está en el número de horas.
La segunda conclusión y merecedora de un poco más de reflexión es que los riesgos añadidos y diferenciales del trading como actividad profesional aparecen a nivel psicológico.
A estas alturas de camino, podemos decir que la imagen del niño loco alemán aporreando el teclado que algunos profanos tienen de los profesionales del trading no es más que una caricatura. Habrá algún caso, no digo que no, o algún episodio pasajero de ira ciega mezclada con desesperación en el que el propio afectado no se reconocería si se viese desde fuera.
Más allá de la exagerada comparación que envuelve la crítica velada de lo cómico, tampoco se debe permitir que los árboles impidan ver el bosque y saber que el cuerpo humano y en especial la mente es un activo muy valioso y la herramienta de trabajo que mejor deberíamos cuidar. La pregunta que me asalta ahora que sabemos la teoría es, ¿de verdad cuidan su salud los traders tanto como debería o esta partida se la está ganando el mercado?

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