Fuente: Jesús Sánchez Quiñones Director Gral. Renta 4 Banco
En Europa el BCE lleva escasamente un mes comprando de forma intensiva bonos en el mercado (60.000 millones de euros). Su plan inicial es adquirir bonos hasta septiembre de 2016 pero dependerá de la evolución de la inflación y de las expectativas inflacionistas. Si la inflación subiera con anterioridad a dicha fecha, el BCE recortaría el ritmo de compra actual, o incluso dejaría de intervenir. Por otro lado, si la inflación y las expectativas de inflación continuaran sin repuntar, el programa de compra de bonos podría prolongarse, pero es evidente que antes o después finalizará. Cuando esto ocurra, los tipos de interés de los bonos subirán y el estallido de la burbuja de la renta fija será inevitable, si es que no ha estallado con anterioridad.
Lo mismo que ahora en 2015 cualquiera se pregunta cómo es posible que en 2006 pocas voces advertían de la existencia de una burbuja en el sector inmobiliario dadas las señales que daban las cifras de construcción de viviendas en España comparado con nuestros vecinos europeos, dentro de unos cuantos años se preguntarán que cómo es posible que no existiese en 2015 una alarma general por la existencia de una enorme burbuja en la renta fija. Los tipos de interés negativos son una muestra indudable de ello, aunque puedan prolongarse en el tiempo.
La inmensa mayoría de los participantes en el mercado de renta fija parecen no percatarse de la existencia de la burbuja existente en este mercado. O bien, intuyendo su existencia se ven forzados a participar en la "fiesta" mientras la música siga sonando. Pocos son capaces de abandonar la fiesta antes de que acabe. Las consecuencias de no retirarse a tiempo son dolorosas.
Artículo completo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario