Fuente: Jesús Sánchez Quiñones Director Gral. Renta 4 Banco
La semana pasada el Banco Santander sorprendió al realizar una ampliación de capital de 7.500 millones de euros en apenas veinticuatro horas. Pocos bancos en el mundo son capaces de realizar una operación de ese tipo en tan breve espacio de tiempo. Aprovechó la operación para anunciar un cambio en su política de remuneración a sus accionistas, volviendo al dividendo tradicional en efectivo, al menos en tres de los cuatro que realiza al año.
Aunque la práctica totalidad de los titulares de prensa mencionaban una reducción del dividendo del 60%, la realidad es que el dividendo aumenta: al menos el dividendo en efectivo. El llamado scrip dividend NO es realmente un dividendo, sino una ampliación de capital liberada con la peculiaridad de que la compañía posibilita el adquirir ella misma los derechos de suscripción preferente que corresponden a cada accionista.
Para entender por qué los scrip dividends no son dividendos conviene aclarar conceptos básicos.
- Dividendo: es la parte del beneficio de una compañía distribuido a sus accionistas, generalmente en efectivo.
- Reservas: están formadas por los beneficios netos no distribuidos del propio ejercicio y de ejercicios anteriores.
- Pay-out: es el porcentaje del beneficio neto de una sociedad destinado al pago de dividendos.
- Ampliación de capital liberada: emisión de acciones nuevas gratuitas para los accionistas antiguos, quienes tendrán un derecho de suscripción preferente.
Analizando la política de remuneración a los accionistas de Banco Santander y CaixaBank, el análisis podría ampliarse a otras entidades sin que variasen las conclusiones, se observa que si se considerara el scrip dividend como dividendo y, por tanto, se tuviera en cuenta para calcular el pay-out de cada año de cada entidad, en los tres últimos años se habría distribuido más del 100% del beneficio obtenido en cada año. En el caso de Banco Santander, sería del 117%, 156% y 130% para 2012, 2013 y 2014 (esperado). En el caso de CaixaBank, supondría que en 2012 habría distribuido más de cuatro veces el beneficio de dicho año, en 2013 casi el doble y en 2014 el 150% del beneficio del ejercicio.
El pay-out sólo podrá ser superior al 100% si el dividendo que se esté distribuyendo corresponde no sólo a los beneficios del ejercicio, sino también a beneficios de otros años no distribuidos (reservas). En cualquier caso, es obvio que no es sostenible que una sociedad distribuyera de forma permanente más del 100% de sus beneficios como dividendos. Acabaría descapitalizada.
En el caso de los scrip dividends, quien decide vender sus derechos de suscripción, bien en el mercado o bien a la entidad emisora, se diluye respecto a quien sí suscribe las acciones. Es decir, su participación en el capital de la sociedad disminuye. Por el contrario, si tras pagar un dividendo en efectivo algún accionista decide reinvertir dicho importe en acciones de la sociedad, aumentará su participación en la compañía, pero quien no reinvierta el dividendo mantendrá la suya inalterada.
La mayor prueba de que los scrip dividends no son dividendos radica en los propios acuerdos de las entidades que recogen la aprobación de estas operaciones. Son acuerdos de ampliaciones de capital liberadas, no de distribución de resultados.
En definitiva, el Banco Santander ha decidido aumentar su dividendo.
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