Fuente: P. M. SIMÓN / A. ROA Cincodias.com
El triunfo en las inversiones el próximo año es incierto por definición. Pero existe un consenso de expertos que apuntan cinco activos que sugieren una avalancha de dudas. El diario FE Trusted señala varios con los que la posibilidad de ganar es muy limitada; entre ellos, la deuda soberana, los fondos cotizados de renta fija, la Bolsa europea, la deuda high yield ligada al petróleo y el oro.
1 Deuda soberana
La renta fija pública occidental ha experimentado, salvo contadas excepciones, bajadas importantes de la rentabilidad. El bono español a 10 años se mueve en el entorno del 1,6%, mínimos históricos, y para obtener un 3% es necesario acudir a la deuda a muy largo plazo, a 30 años. Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), es el principal artífice de este desplome de los rendimientos, con sus anuncios de medidas no convencionales, que incluirán las compras de deuda soberana en 2015. Los expertos adelantan que la puesta en marcha de estas inyecciones de liquidez puede dar recorrido a los precios de la renta fija estatal a medio plazo. El problema es el medio y largo plazo.
La caída del interés ha provocado unas plusvalías ingentes, en el entorno del 50%, para aquellos intrépidos que se atrevieron a comprar deuda estatal española en julio de 2012, cuando los bonos soberanos a una década llegaron a ofrecer un interés del 7,6%. Alguien que invirtió entonces 10.000 euros en el bono que vence en 2022 acumula, gracias a la subida del precio de la cotización (que se mueve de forma inversa al rendimiento) unas plusvalías de cerca de 5.000 euros. Siempre, eso sí, que no haya vendido los títulos.
“En las letras del Tesoro las rentabilidades son prácticamente inexistentes; a los particulares no les interesa”, señala Javier Casal, subdirector de la mesa de deuda pública de Ahorro Corporación. En las últimas subastas, las letras a tres meses han pagado el 0,2%; a seis meses, el 0,28%; a nueve meses, el 0,37%; y a un año, el 0,36%.
En la deuda a 10 años de países de la zona euro, las rentabilidades también están por los suelos: Alemania paga el 0,6%; Francia, el 0,9%; Irlanda, el 1,3%; Italia, el 2%; y Portugal, el 2,9%.
Juan Gómez Bada, socio y director de la Eafi Avantage Capital y gestor del fondo Avantage Fund, desaconseja vivamente la inversión en renta fija pública. Asegura que bajado “la presión sobre los bonos estatales a corto plazo porque los ingresos públicos se han recuperado y ya no será necesario emitir deuda para rescatar más bancos”. Pero advierte que en el largo plazo puede haber inflación o quitas: “El mercado no recoge ninguna de estas dos opciones y solo se fija en el corto plazo”, sentencia.
2 Fondos cotizados de renta fija
Uno de los activos con los que hay que tener cuidado de cara a 2015, según FE Trusted, son los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) vinculados a la evolución de renta fija. En realidad, la recomendación supone concretar el consejo general de que hay que tener cuidado extremo con la renta fija: con la deuda en general y con la pública en particular.
Richard Scott, cogestor de PFS Hawksmoor Distribution and Vanbrugh funds, citado por FE Trusted, advierte que no hay que dejarse llevar por la tendencia de invertir a cualquier precio en ETF, especialmente en los expuestos a deuda de alto rendimiento (bonos basura o high yield).
3 ‘High yield’ vinculada al petróleo
En concreto, la deuda high yield vinculada a proyectos petrolíferos es la que puede resultar más dañada si se mantienen los actuales precios del crudo o incluso continúan bajando. “Con el aumento del precio del petróleo puede aumentar la tasa de impagos en deuda de alta rentabilidad de Estados Unidos, donde entre el 15% y el 20% de las compañías con deuda de calificación crediticia de bono basura tiene relación con el sector de energía”, señala Andrés Sánchez Balcázar, gestor de Pictet.
“Los bonos basura sobre petróleo relacionado con el fracking (técnica para obtener crudo del subsuelo) estadounidense son los que corren más peligro con diferencia y el flujo inversor en bonos podría entrar en caos y llevar a la Fed a descartar la idea de subir los tipos”, sentencia John J. Hardy, jefe de estrategias de divisas de Saxo Bank.
Desde Lombard Odier, señalan que “la industria del fracking ha tenido un papel importante en la recuperación de EE UU, con una mayor inversión y una significativa creación de empleo”, pero advierten que “algunos de esos planes negocio (aunque afortunadamente no todos) estaban basados en la creencia de un precio del petróleo mayor”. Por eso ha caído el mercado y la prevalencia del sector minero y de la energía en el mercado de high yield de EE UU explica el peor comportamiento de este mercado. Recomiendan cautela en el mercado de high yield, en especial en el sector energético.
4 Bolsa estadounidense
La volatilidad en las Bolsas europeas ha contrastado con la voracidad alcista de los índices de Wall Street. Tanto el Standard & Poor’s 500 como el Dow Jones han marcado máximos históricos consecutivos durante buena parte del año. Es más, en la recta final de 2014 se sitúan en récord, con subidas del entorno del 9% en 2014 para el primero y del 13% para el segundo.
El PER (número de veces que el beneficio está incluido en el precio) del Standard & Poor’s se sitúa en 18,4 veces y el del Dow Jones, en 16 veces, según Bloomberg.
El Nasdaq es el que más sube en lo que va de 2014 (más de un 14%), pero aun así es el único que no ha alcanzado sus máximos históricos por encima de 5.000 puntos marcados en el punto álgido de la burbujapuntocom, en marzo de 2000. Ahora se sitúa a menos de un 6% de esa cota. Su PER es de 46 veces.
“La Bolsa estadounidense ha sido calificada de forma perenne con infraponderar por nosotros, pero esta percepción se ha acrecentado más después de la remontada de las última sesiones”, comenta a FE Trusted Simon Evan-Cook, gestor de Margetts Fund Management.
5 Oro
La incertidumbre sobre las materias primas también pasa factura al oro, que cotiza alrededor de los 1.200 dólares la onza, lejos del récord de 1.900 dólares que alcanzó en septiembre de 2011, cuando había estallado la crisis de la deuda europea y volvió a convertirse en uno de los activos refugio más deseados. Ahora la situación económica global se ha clarificado y pierde atractivo como activo seguro.
“Ha dado una rentabilidad positiva este año, pero no nos gusta. La gente ha utilizado tradicionalmente el oro como un refugio contra la inflación, y ahora la inflación no es el problema”, asegura Ben Willis, jefe de Análisis de Whitechurch, a FE Trusted
Carsten Menk, de Julius Baer, advierte que la situación del rublo, que cae alrededor de un 40% frente al dólar, puede provocar incertidumbre sobre el oro. Eso sí, destaca que puede convertirse en un activo refugio por parte de los particulares (el escenario más probable, a juicio de Julius Baer), lo que tiraría del precio, o que el Banco Central de Rusia venda parte de sus reservas, lo que tendría el efecto contrario, con una corrección del precio del metal precioso. Este último escenario es más improbable, pero su efecto en el precio sería mucho más importante que la primera posibilidad.
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