Por Andrés Sánchez
Fuente: Morningstar.es
Andrés Sánchez Balcázar, gestor de deuda de Pictet AM, considera que los inversores deben aplicar estrategias de rentabilidad absoluta en renta fija.
Ha habido tres décadas alcistas en bonos de países desarrollados, con disminución de inflación y tipos de interés. Pero esta tendencia puede haber finalizado. Ahora podemos entrar en un período sostenido de pobre rentabilidad en bonos. Además la volatilidad puede seguir alta. De hecho 2014 ha comenzado con la deuda soberana y comportándose mejor que las acciones, en medio de inquietudes sobre riesgo sistémico en emergentes y desaceleración de crecimiento en China.
Hay que tener en cuenta que el des-apalancamiento en el mundo desarrollado implica bajo crecimiento real, con bajos tipos de interés durante un período prolongado. Es previsible que la nueva presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, mantenga sin cambios la política monetaria acomodaticia, pues no se está cumpliendo el objetivo de empleo. Si la economía de EEUU se fortalece la eliminación de flexibilización cuantitativa hará menos creíble la promesa de tipos de interés bajos mucho tiempo y si se debilita el precio de los bonos de EEUU pueden subir fuertemente. En estas condiciones es difícil determinar la rentabilidad de los bonos de EEUU. De ahí las altas correlaciones entre segmentos de renta fija y la necesidad de ser cautelosos con el riesgo, pues las valoraciones están ajustadas. Además la crisis europea no ha proporcionado una solución creíble y la inflación permanece incómodamente baja. El BCE está bajo presión para flexibilizar su política monetaria. A ello se añade que el Banco de Japón va a proporcionar facilitación cuantitativa mucho tiempo, pero dada la deuda de su gobierno y presiones demográficas no hay salida fácil a su deflación.
En este entorno los inversores en búsqueda de rentabilidad han aumentado substancialmente la asignación a renta fija con diferencial respecto a deuda del Estado, sobre todo empresarial y con ello reducido la liquidez de sus inversiones, pues los inventarios de esta clase de activos han bajado.
Hay que ampliar la gama en los mercados globales de bonos
De manera que, en este entorno complejo, los inversores en búsqueda de rentabilidades atractivas, deben ampliar la gama de sectores globales en bonos, diversificando entre todos los activos de renta fija, con una estrategia que proporcione rentabilidad en todas las condiciones de mercado, incluyendo protección contra la subida de tipos de interés, alejándose de los índices de renta fija tradicional –que proporcionan muy alta exposición a deuda de gobiernos y empresas con fuerte déficit o más endeudados-. Grecia llegó a ponderar 5,78% a mediados de 2009 en el índice de bonos JP Morgan EMU Government, con calificación crediticia A+.
En este sentido hay tres estrategias principales de rentabilidad absoluta: de ingresos, que reduce la sensibilidad a variaciones de tipos de interés; en base a previsiones económicas, que facilita la flexibilidad y la basada en el valor, que puede proporcionar rentabilidad estable. Pero, más allá de la agitación de los mercados a corto plazo y del ciclo económico, es posible identificar tres a cinco temas estructurales. A este fin la diversificación es clave: todos los sectores de renta fija, mercados desarrollados y emergentes, utilizando tipos de interés, diferencial de rentabilidad respecto a deuda del Estado y divisas.
Además hay que gestionar la exposición al riesgo extremo y las correlaciones ocultas entre activos, así como la volatilidad a corto plazo, sin comprometer el objetivo de rentabilidad a largo plazo, aplicando varias estrategias en función del momento. De esta manera es posible generar una rentabilidad del 3 al 4% anual a medio plazo con 4 a 6% de volatilidad.
Andrés Sánchez Balcázar, CFA®, co-director del equipo de deuda global de Pictet AM y gestor de un nuevo fondo de rentabilidad absoluta, Pictet Absolute Return Fixed Income
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