Quinto banquero muerto en un mes

Fuente: elEconomista.es

Tan solo dos semanas después de que un ejecutivo del área de tecnología de JPMorgan Chase falleciera tras precipitarse de lo alto de la sede europea de la entidad en Canary Wharf, otro de los empleados de la entidad, de 37 años, ha muerto convirtiéndose en el quinto banquero que fallece en apenas unas semanas.

Ryan Henry Crane, de 37 años, era director ejecutivo de JPMorgan en Nueva York y llevaba trabajando en la entidad alrededor de 14 años. Si bien los detalles en torno a su muerte son más bien escasos, sorprende que sea el segundo ejecutivo de la entidad que muere en apenas unos días, y la quinta muerte dentro del sector financiero en menos de un mes, señala Zero Hedge.

Puede que esta cadena de muertes dentro del sector financiero -una de las cuales implicó un suicidio con una pistola de clavos-, sea puramente accidental, pero no deja de ser sorprendente.

El 26 de enero William 'Bill' Broeksmit, ex alto funcionario de Deutsche Bank de 58 años de edad, fue encontrado ahorcado en su casa de Londres. El 28 de enero se produjo la muerte del otro ejecutivo de JPMorgan y la misma semana, el 30 de enero, Mike Dueker, el principal economista de la compañía Russell Investments dedicada a la gestión de activos, fue encontrado sin vida cerca de una carretera y la Policia apuntó a un suicidio, informa RT.

A estas muertes se añade la del director de comunicaciones de Swiss Re AG, Tim Dickenson, que fue encontrado la semana pasada sin vida en su piso en Londres, si bien las causas de su muerte se desconocen, señala el portal.

Ya lo comentamos en un artículo del día 1 de febrero:

Si el mercado de valores estuviera haciendo crash, sería fácil culpar a los suicidios de eso. El mundo sin duda recuerda lo que sucedió durante la crisis de 1929 ...

Históricamente, los banqueros han sido estereotipados como los más propensos a cometer suicidio. Esto tiene mucho que ver con el famoso 1929 caída de la bolsa, que se tradujo en 1.616 bancos en quiebra y más de 20.000 empresas en quiebra.

El número de los banqueros que se suicidan directamente después del accidente se cree que han sido sólo alrededor de 20, con otras 100 personas relacionadas con la industria financiera que mueren por su propia mano dentro del año.